Nuestra historia
El vínculo con el fútbol en particular y el deporte en general
La constante búsqueda de ofrecer lo que nosotros mismos utilizamos
Somos parte de una generación en la que deporte era sinónimo de juego, y juego sinónimo de estar con los amigos del barrio, de juntarse 3 o 4 vecinos y "armar un picado" en la misma calle con arcos formados por piedras. Salir de la escuela por la tarde, merendar e ir con una pelota al frente de nuestra casa, comenzar a hacer ruido y esperar que sea escuchado por algún amigo para que diera inicio ese "partidito" que tanto disfrutábamos. Sabiendo cuándo comenzaba pero sin final establecido.
¿Qué decir del calzado que mayormente utilizábamos en esa época? La oferta era muy limitada en cuanto a modelos y marcas, destinándose aquellos muy próximos a desecharse para jugar en la calle. Quedaban reservados, en algún caso, los Kichutes traídos del Chuy para las prácticas y partidos de baby fútbol y, en contadas ocasiones, los Parabiago o Rahina exclusivamente para los partidos.
Nuestra vida continuó y con el comienzo de la adolescencia llegó el final del baby fútbol para darle lugar a las juveniles. En la década del 90 donde internet daba sus primeros pasos en el país y los dispositivos móviles servían únicamente como teléfonos, la oferta de zapatos de fútbol continuaba siendo escasa.
Sin embargo en un período corto de tiempo, próximo al que en promedio un jugador de inferiores transita hasta llegar a primera división, las posibilidades de traer un par desde el exterior sin la necesidad de viajar, se volvió accesible. Solo había que buscar e investigar (bastante) para conseguir modelos que difícilmente podríamos adquirir en las tiendas locales.
Luego de nuestra etapa en juveniles y de haber visto trunco el sueño de ser profesionales, descubrimos el fútbol sala (futsal) y nos apasionamos tanto o más por el piso
flotante que por el césped natural. Lo practicamos al más alto nivel del país durante varios años y cuando la biología nos comenzó a pasar factura, encontramos en la Liga Universitaria ese refugio que nos permitiese estar en contacto con la pelota, compitiendo.
La gran cantidad de ligas amateurs existentes hoy en día posibilitan, sin distinción de cualidades, a futbolistas y futboleros, niños, jóvenes y adultos, jugar el deporte de mayor arraigo de Uruguay sin tener en cuenta el resultado final (o sí), priorizando otros aspectos que nos recuerdan y acercan a aquellas épocas del barrio.
Haber estado vinculados al fútbol en sus distintas modalidades desde hace más de 30 años hizo que la decisión de volcar nuestra experiencia, fanatismo por el juego e inquietud permanente por contar con los mejores materiales para practicarlo, fuese simple. Tenemos la convicción que ustedes también podrán sacar ventaja de ello y a tan solo unos clicks de distancia.
Pero eso no es todo: junto con las últimas novedades y noticias de la industria, podrán acceder a beneficios exclusivos y promociones especiales.
¡Los esperamos!